lunes, 30 de junio de 2014

Generación de 1996

                                                          
Esto no es el fin, solo ha sido uno de los mejores paseos que he podido realizar a lo largo de mi vida. Y ya no hablo solo de esta increíble etapa: Bachillerato, sino de este camino por todo el colegio. He recorrido más aulas y he tenido más profesores que nadie.

He sido tan afortunada de tener esta maravillosa oportunidad y de poder haberla vivido de tan grandiosa manera. Me gustaría ser capaz de expresar mediante sencillas palabras mi aprecio, mi cariño, mi ilusión y mil sentimientos más de felicidad que soy incapaz de guardarlos en mi corazón y no compartirlos. Literalmente, habéis conseguido que irradie felicidad allá donde mire.
Podría dedicarle hojas y hojas a esta experiencia, hablando de cientos de excursiones y actividades que han hecho de mí una persona más segura y sociable. Pero, quiero centrarme en lo que he obtenido de todos vosotros a lo largo de mi vida escolar, sí, de todos. Incluso aquellos que solo me abrieron la puerta una vez, que me dijeron que me callase por el pasillo o tan sólo que me saludaron y me sonrieron al verme. Porque amigos míos, sois todos muy valiosos y deberíais estar muy orgullosos de ello, porque sin vuestro esfuerzo diario yo no sería quien soy ahora.

De todas formas, quiero hacer un pequeño recopilatorio de los grandes momentos desde que fui aceptada en este colegio con tan solo 5 años.
Toda esta historia comenzó cuando yo gritaba y lloraba por no querer entrar al colegio, qué tiempos aquellos…cuando era más tímida que nada en este mundo. Y la verdad, he de agradecerle mucho trabajo a uno de mis mejores tutores, Juanjo. Eres muy grande, y créeme que debes de ser un padre estupendo, porque para mí prácticamente lo fuiste. Ya sé que debió de ser un duro camino intentar tratar con alguien como yo a esa edad y que en algún momento debisteis de desesperaros para que me sociabilizara… pero, os agradezco de corazón que no tiraseis la toalla, porque mírame ahora, que soberbia que soy. También, habéis sido muy importantes para mi Inmaculada en tercero, Merche en cuarto y Maribel en quinto y sexto. Recuerdo muchas cosas buenas y malas de vosotras, pero bueno, no somos perfectos. Aun así, Inmaculada tu serenidad y tu disciplina me han enseñado y me han salvado de varios castigos. Merche, me enseñaste a amar muchas cosas y entre ellas se podría decir que la lectura. Y Maribel, después de tantísimos años seguías acordándote de mí y te aprecio con locura por todo lo que hiciste en Valencia para que intentase encajar y no estar sola, porque siempre que necesitaba a alguien con quien hablar tú me ofrecías tu tiempo. Y sobre todo, porque después de seis años sin apenas verte, ahí estabas, en mi graduación.

Ya después de unos añitos conseguí pasar a la ESO, con alguna que otra dificultad en las matemáticas. Primer curso: Ahí estaba yo con mi alegría de ser ya una preadolescente y de poder tener la autoridad para vestirme y conjuntarme yo solita. Con una gran sonrisa arcaica que iba de un lado a otro, con muchas ganas de empezar mis clases de laboratorio. Un mundo nuevo y científico dispuesto a ser conocido.
Sin duda, en mi vida personal, esta fue la etapa más dura y en la que más aprendí. No hizo falta una segunda lección, porque supuso algo muy duro en algunos casos para mi persona. A lo largo de estos años pasé por muchos pasillos, taquillas que nunca llegamos  a tener, laboratorios en los que diseccionar corazones, clases sucias de tiza…un mundo diferente y más cercano a la madurez.


Debería hablar de una gran cantidad de cosas en esta etapa, pero como no se trata de aburriros ni mucho menos me remitiré a lo esencial. Belén, tú fuiste la precursora de que haya sido siempre una amante de las ciencias a pesar de mis muchas dificultades con los MRU y MRUA de física, los cuaternarios de Sofía, los fosfolípidos de Amit, que haya cursado Ciencias Sociales… tú y yo sabremos siempre que en mi interior hay una científica que nunca se marchará. Que durante mucho tiempo (hasta mediados de segundo de Bachillerato) ha mantenido su sueño por estudiar bioquímica y ser totalmente diferente a los demás.

Respecto a otras materias; Iván, Pablo, Bruce… cuantas horas me habréis dedicado a recogerme redacciones, oraciones de sintaxis, ejercicios de matemáticas. Iván, tu conseguiste que empezase a redactar los famosos comentarios de texto por los que apruebo la mayoría de mis exámenes de lengua, a buscar ese detallismo por la perfección, los niveles, en vez de escribir sin pensar. Pablo, tu plasmaste la alegría en mi cuando después de tantos años descubrí que las matemáticas se sacaban con práctica, madre mía, ese día descubrí que me gustaban, y fue la primera vez que aprobé por mi propio esfuerzo. Bruce, me enseñaste que los idiomas son algo importante, y que es una delicia hablar con otras personas creando un salad bowl / mix-culture. Un poquito más a delante descubrí a Javier, las clases que más me gustaban de todas. La flauta, el piano, sólo el mero hecho de tocar el himno de la alegría todos juntos, me encantaba. Aunque nunca llegue a leer mucho las notas de una partitura (porque me aprendía de memoria como había que tocar) hiciste un grandísimo trabajo con nosotros, y en especial con esta escritora. También, no podemos olvidarnos de Gerardo y del Hermano Teófilo. Grandes profesores de historia, cada uno con su método, pero ambos inteligentísimos. Hermano, me acordaré siempre de sus documentales del canal de Historia que aborrecíamos pero que en el fondo nos ayudaban a recordar mejor los conceptos. Y Hermano Gerardo, de usted no olvidaré los exámenes de cincuenta preguntas, la lectura en voz alta de aquel libro del muchacho que viajaba de época y vivía los acontecimientos que tocaban.

Por fin, llegamos a tercero y cuarto de la ESO. Bienvenidos a todos, este ciclo estuvimos con Javier Acero, otro amante de la Geología que me mostro lo bonito que puede ser el grafito, o como se forma un diamante de forma natural. Estos años tuvimos con nosotros a nuevos profesores, Amelia, Sergio, Esther…cada uno con sus cosas. Amelia con su afán de contarnos sus historias, sabemos que era para que aprendiésemos de la vida; Sergio, con sus reflexiones de la mañana, que no faltase ningún día una frase que te hiciese reflexionar y Esther, tenías una forma peculiar de dar clase, pero recuerdo la huella que dejaste al final de curso con mi sabiduría sobre la aorta.

Otros sin embargo, llevaban aquí ya muchos años. Amit, mi buen tutor, preocupado al máximo por mis problemas personales, el profeta de los fosfolípidos y de los compuestos del laboratorio. Otro más que despertó mi espíritu científico. Gracias por apoyarme siempre, y ya sabes a que me refiero. Loli, siempre me acordaré de tus pirámides poblacionales y del libro que nos leías todos los días de aquel chico que venía de un país totalmente fuera del mundo desarrollado al nuestro. No sabes, de cuantos sustos me he salvado en Geografía. Doris, una amante incondicional de la historia, gracias por hacer que las clases fuesen tan entretenidas siempre, y por aquellas ayuditas que nos ofrecías. Así daba gusto dar la II Guerra Mundial o incluso el Antiguo Régimen. Alicia, por ti siento algo distinto a todos los demás. Has sido tutora, profesora de lengua, profesora del taller y en algunos casos amiga. Gracias a ti, he desarrollado esta habilidad o don por la escritura, sobretodo de carácter poético. Has hecho, a pesar de tachar tantos textos, de mí una gran persona. No he llegado al punto de Bécquer ni de Valle- Inclán, pero cada día que escribo me siento mejor. Y es la mejor manera que tengo para describir lo que siento en cada momento. Gracias a ti, he creído en mi misma y, ahora sé, que soy capaz de cualquier cosa. En el ámbito escolar, me ayudaste muchísimo en tercero, aquel año que pensé que repetiría. No entendía el porqué de tan malas notas, pero finalmente conseguí lograr lo imposible.
Aun me acuerdo de cuando os pedí que no me aprobaseis ninguna asignatura que estuviese por debajo del cinco, que quería tener la satisfacción de saber que me las había sacado porque había sacado la nota necesaria.


Y bueno, podría hablar de más profesores, equipos como el de Amador, MªJosé y Ana, Mar, el Hermano José… Hermano José, aunque ya no pertenezca al colegio, nunca abandonará mi vida. Las reflexiones de aquellas películas eran tan profundas que conseguían arrancarnos varias lágrimas. Son parte de mi empatía, de mi optimismo por vivir la vida y hacer feliz a los que me rodean. Y sus esfuerzos porque nos aprendiésemos de una vez la lista de papas.
¡Cielos! Si ya estamos aquí, todos juntos en Bachillerato: Queridos alumnos, sois oficialmente parte de este colegio y por eso os hemos concedido estas insignias por acabar la Educación Secundaria Obligatoria. Ahora es vuestra decisión, continuar este camino con nosotros hasta Selectividad o dejarnos. Es hora de que maduréis, y os deis cuenta de lo afortunados que sois. De que ayudéis a los que más lo necesiten, estén a miles de kilómetros o a tan solo dos pasos. Y sobre todo, es hora de que os deis cuenta de que lo que hagáis perjudicará únicamente en vosotros y vuestras calificaciones. Os esperamos en el próximo curso.

Bienvenidos a este nuevo curso, profesores y alumnos. La excitación de la casi mayoría de edad y de la nueva aventura recorre mi cuerpo como la adrenalina antes de un concierto.
Esta etapa, sin duda ha sido la más valiosa, posiblemente en la que más haya aprendido de la vida, de datos que puede que no me sirvan nunca y de mi misma. Este camino está comprendido entre las deliciosas clases de Eva hasta la pregunta retórica de Benito ¿Lo habéis entendido, sí o no?
Aquí, quiero detenerme con más detallismo. Son los que me habéis creado una personalidad muy rica de cultura.
Comencemos con primero de Bachillerato, Buenas noches Eva, fuiste mi inspiración con mis matemáticas. Fue la primera vez que sentí que podía sacar buenas notas en esta asignatura. Y así fue, un nueve precioso en el primer examen. Aunque tuve algún desliz durante el curso, yo sé que sabías que me encantaban tus clases, y que esos errores me hacían más fuerte y trabajadora. Hasta tal punto, que me obsesione con las funciones y los límites y logré resolver 415 ejercicios en un mes. Soy infalible trabajando gracias a ti.                                                                              

 Luis, más que un profesor de lengua has sido mi instructor personal, nos enseñaste a distinguir entre amor para y amor por, a fijarnos en los verdaderos regalos de la vida, en que todos los problemas tienen una solución según el punto de vista. A sentirnos orgullosos de nuestro Quijote,… cuantos fragmentos pudimos llegar a comentar de él. A confiar en nosotros mismos. Y claro está, lengua y literatura. Hermano José, nuestro profesor de Filosofía favorito. Nos contó grandes hazañas de Santo Tomás de Aquino y de San Agustín. Hermano Manuel, pese a las distintas formas que tengamos de vivir la cristiandad, usted siempre respetó mi visión y apreció mis argumentaciones sobre el porqué de ellos. Mª Jesús, sé que sufrías mucho estrés por culpa de nuestra clase de inglés, tal vez no fuésemos los mejores de todos. Pero siempre apreciaremos el trabajo que hacías cada tarde por nosotros, y en especial por corregirme las cientos de essays opinions, letters, advantadges and drawbacks que pude entregarte en un año. Y por los comentarios positivos que escribías siempre en ellas. Me apasiona que valoren mi trabajo.

Ángel, aunque digan que Educación Física no es dura, yo aprendí un montón; Para mantenerme en forma a lo largo de los días, de cara a mi afición con el mountainbike o tan sólo para correr un buen test de Cooper y desahogarme del estrés. Eres un valiente del deporte. José Luis, fuiste un gran tutor, que me enseñaste a no aprenderme los contenidos de historia de memoria, sino a profundizarlos y entenderlos. Algo que me ha sido de gran ayuda en los afamados Globales II de segundo. Una “maravilla” personificada en una hoja de examen. Y bueno, enlazando con segundo. Jose Luis, me has enseñado muchas cosas a cerca de la Geografía Física, económica, de la población… quien iba a decir que acabaría sacándome el curso con buenas notas cuando no le había cogido el “tranquillo” a las litologías. Las cosas llegarán tarde, pero llegan mediante esfuerzo y trabajo. Adolfo, he de admitir que al principio no fuiste uno de mis profesores queridos. Pero cierto es, que según han pasado los días, meses, años me he dado cuenta de que lo único que has querido siempre es ser justo con nosotros y enseñarnos lo duro que es conseguir un 9,4 en tu asignatura. La importancia que tiene saber hablar en público, tener conocimiento y capacidad para expresarse como debe ser. Que si me suspendías era para que viese mis fallos y fuese a por lo máximo. Y así ha sido, espero habértelo demostrado a lo largo de todo este tiempo. Este año deseaba que llegasen tus clases, salir a hacer una noticia, levantar la mano y tan sólo responder correctamente. Benito, tus esfuerzos para que no pareciésemos unos pazguatos con las funciones han dado sus frutos, has hecho de nosotros unos preuniversitarios, has hecho de mí una experta, ha sí que sientete orgulloso de haber logrado tu labor.

Hermano Ángel Ramón, muchas gracias por compartir conmigo sus conocimientos en Historia de España y por inspirarnos en Historia del Arte, por dedicarle tanto tiempo a nuestros exámenes, a nuestros trabajos, la infinidad de dudas…en definitiva, por compartir un poquito de usted con nosotros. Carlos, que puedo decir que no sepas. Eres un maravilloso profesor de inglés y de la vida. Cuantas anécdotas has podido compartir con tus niños. Cuantos truquillos para acordarnos de cosas, como algunas citadas a lo largo de mi relato. Por tratarme como lo has hecho, y apoyarme en todo momento. Cuando sientes que confían en ti, es cuando confías en ti mismo. Por soportar mis dudas de vocabulario, la entrega de miles de ejercicios y de redacciones a lo largo de estas clases. Te agradezco tu empeño por querer sacar lo mejor de nosotros mismos y demostrarnos a todos que aquí nadie es menos que nadie.

A Doris, a pesar de mi torpeza con los autores, eres una grandísima profesora y espero que nunca dejes de explicar también a Kant. Has logrado que me interese por los antiguos pensadores y que incluso los utilice para mis relatos. No dejes de ser como eres y no dejes que un alumno influya negativamente en ti.

Y por último, y no menos importante. Toñi. Sin duda, has sido la persona que más me ha soportado en este curso. A quien más cafés he interrumpido o tan sólo a la que más redacciones he dedicado en este curso. Espero que hayas disfrutado de ellas y hayas sacado el valor positivo de mi pesadez. No quiero que tengas ningún mal recuerdo de mí, todo lo contrario, para mi has sido una profesora diez. Y por ese motivo me gustaría que no perdiésemos el contacto. Porque Toñi, tal vez una gran parte de mi sea como es gracias a ti, me has hecho ser más trabajadora que en toda mi vida. Y desde luego, he notado los magníficos resultados. Gracias por hacerme creer en mis facultades.
Y por supuesto, Melchor, te agradezco las miles de bolitas de anís que me has regalado este curso, las sonrisas mañaneras, los buenos días y tu preocupación por mis dudas existenciales, tus valoraciones sobre mis sugerencias, tu perspicacia. Todo aquello que me has ofrecido a lo largo de los días, en Estambul, en el festival, en el cursillo de selectividad. Irradio Felicidad Gracias a vosotros. Y María, mi consejera personal sobre tantas dudas sobre la carrera, sobre la vida en sí misma, planificación, reflexiones… gracias por gastar tantas horas en escuchar mis palabras. Algún día de esta semana decidiré que carrera elegir.

Sé que es imposible hacer feliz a todo el mundo, y también sé que no les soy de agrado a todos. Pero este curso ha sido increíble, porque he conocido a muchísimas personas que antes tan solo eran conocidos de pasillo; he ganado una cantidad de buenos amigos, de personas en las que realmente puedo confiar. He ganado mucho más que una plaza en la Universidad. He ganado ser de la promoción de 2013-2014 del Colegio Maravillas. Y sentirme orgullosa de ello.
Y espero que este relato conciencie a todos los partícipes de él, de su valor, de que cada pequeña decisión nos afecta a todos. Porque hoy, señores míos, he llegado al nivel de autorrealización de Maslow.


María Sanjuanbenito 2ºA de Bachillerato  

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