Para mi querida
amiga Ana, que siempre mantiene ese optimismo en la vida que tanto me inspira
para ser alguien mejor.
Quizás este sea mi adiós… se repetían una y otra vez aquellas
palabras en mi cabeza… ¿Por qué, las personas son tan crueles? ¿Por qué nos
valoran según los estereotipos? ¿Por qué tengo ese extraño sentimiento de
ausencia cuando te vas? ¿Por qué motivo existen tantas preguntas que no tienen
respuesta?
Sus ojos grises, perpetuos al silencio…evocando un cielo entumecido por sus lágrimas, esperando un insinuante roce que entrelace nuestros dedos…Maldita, se ha mordido el labio… ¿estará enfadada, se habrá aturdido…? De pronto, una pequeña gota de agua limpia desciende por su mejilla desenfrenadamente…Sus ojos grises desaparecen entre el dulce oleaje inhibiendo su cian…
Su mano, se ha cerrado en un enorme puño que esconde entre las piernas…siento su ira, siento su agonía…aún puedo notar sus caricias y sus besos recorriendo mi cuello, sus dedos entre los míos, sus susurros de madrugada…aún puedo verle meciéndome entre sus brazos…
Quiero volver al pasado, no quiero perderla, no quiero olvidarla, no quiero soñar si no está ella para colarse en mis sueños…soy un imbécil; no debiste; no quise hacerlo, fue aquella copa, yo no quería…yo sólo sé que la quiero…no te vayas aún por favor; pero díselo; ella no quiere oírme, ella ya no me quiere; claro que te quiere, el amor no es un juego, no es fácil olvidar; aunque quisiese, mis palabras son escoria, ni el viento se las quiere llevar…
Yo sé que le quiero, ¿Él me quiere verdad? Pues claro que te quiere tonta, ¿acaso crees que un despiste lo ha cambiado todo?
-Si mis ojos te llaman, mira primero.
María Sanjuanbenito
María Sanjuanbenito
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