martes, 28 de junio de 2016

La belleza de la vida

Hola amigos,

Hace siete meses que no escribo nada aquí, en uno de los lugares más especiales que tengo. Esto se debe a que ha sido un año muy complicado, y no estoy hablando sólo en el ámbito académico.    
Ha sido un año de superación personal, de fuerza, de demostrarme a mi misma la capacidad que tenemos las personas de hacer bien las cosas cuando realmente lo estamos pasando mal. De sacar la luz más amable y más alegre que podía tener en mi corazón.
Ha sido un año bueno y malo, al final muy bueno, con muchas sorpresas y muchas decepciones.

No os voy a contar mi año, porque los que realmente son mis amigos y mi familia lo han vivido a mi lado cada día. Pero ha sido un año en el que descubrir a muchas personas. En el que ha habido gente que se ha bajado del tren de mi vida, y se ha ido para siempre. En algunos casos, es una pena. Pero en otros no, os diré, que se han alejado de mi personas que me hacían sentir mal conmigo misma. Y con las que  no podía sacar lo mejor, personas envidiosas, y que solo se preocupaban por sí mismas.
Gracias por hacer que me diera cuenta, por alejarme de vosotros. Por descubrir lo que significan las verdaderas amistades.

También os diré, que ha sido un año en el que he conocido a mucha gente nueva. Gente maravillosa, pura, con unas ganas de divertirse y de sacar lo mejor de los demás. Y no hablo solo de nuevos amigos, hablo de personas que me han ayudado a sacar lo mejor de mí sin apenas conocerlos, que han vivido aventuras inolvidables conmigo, con las que he compartido algunos meses, pero cuya postura ha sido esencial para que esté hoy aquí con una sonrisa.

Y quería agradeceros a todos, vosotros sabéis quienes sois, el estar ahí a mi lado, física o indirectamente.
Por los que se fueron, por los que han llegado, y por los que siguen a mi lado. Gracias a todos vosotros yo soy la persona que quiero ser. Positiva y feliz.

En definitiva, ha sido un año, en el que de verdad os digo, que cuando uno está muy muy mal, lo mejor es seguir luchando. Por uno mismo, y por los demás. Porque todo salvo la muerte, tiene solución. Y tarde o temprano, si te esfuerzas y le dedicas todo tú corazón, saldrá.
No os abandonéis por la decepción  ni la tristeza. Hay que intentarlo, caerte y volver a hacerlo.
He aprendido que la vida puede acabarse en un chasquido de dedos, a si que, mejor haber vivido luchando por la felicidad de los demás y la mía, que morir sabiendo que me he rendido.

No hay excusas, se puede, de verdad, si realmente te esfuerzas, sacas la alegría, y esa fuerza de lo más profundo de tú alma. Todo es posible si tú crees en ello. Si crees en ti.

A si que dentro de poco volveré a las viejas andadas, compartiendo pensamientos y poesías con vosotros. Os deseo un muy buen verano a todos.

¡Y a ser felices se ha dicho!